Ginger Ale: Todo lo que tenés que saber

La gran característica de este estilo es el agregado de jengibre como principal ingrediente,  que no sólo le aporta un sabor particular, sino que también le brinda un muy buen aroma.  

A pesar de no ser tan conocida, el estilo Ginger Ale es una cerveza muy buscada. Aunque no es altamente producida,  suele tener un público que la proclama. 

Querés saber más de esta cerveza, dónde se creó y por qué no es tan masiva su producción? En este artículo te lo contamos todo. 

Además, te dejamos algunos datos sobre el jengibre: tiene beneficios que tal vez no conocías. 

Los inicios de la Ginger Ale 

Los orígenes de este estilo de cerveza con jengibre se remontan, primero, al siglo XVIII en Inglaterra. Los pasos iniciales fueron, en realidad, como un refresco sin alcohol: una bebida fermentada con jengibre, agua y azúcar.

Recién en el siglo XIX, también en Inglaterra, se empezó a versionar agregándole levadura y alcohol, era más bien una bebida parecida a la sidra que pronto empezó a tener un gran apogeo. 

Para 1920 la bebida fue importada a los EEUU, donde enseguida tomó muy buena repercusión. Sin embargo, producto de la ley seca,  el formato empezó a venderse masivamente pero sin alcohol, convirtiéndose en una bebida tradicional. 

Ginger Ale o Ginger Beer 

Si bien el estilo de está cerveza es conocido como Ginger Ale en algunas cervecerías artesanales, hay que diferenciarlo con otra famosa bebida carbonatada de jengibre que es también muy consumida en países de América del Norte. 

El término Ginger Ale fue acuñado más para esta bebida sin alcohol, parecida a una gaseosa. El formato de cerveza, en cambio, se hizo más conocido mundialmente como Ginger Beer, que también se vende mucho sin alcohol en algunos lugares. 

Si bien las dos bebidas cuentan con el jengibre como ingrediente principal,  la diferencia entre ambas, además del alcohol, por supuesto, es que la primera se hace con agua carbonatada, mientras que la segunda se elabora mediante un largo proceso de fermentación. 

Original pero de compleja producción 

Mientras que el refresco carbonatado se volvió muy popular y masivamente producido, el formato con alcohol no corrió la misma suerte. 

La industrialización de este tipo de bebida nunca resultó del todo sencilla. Y si bien el  auge de las cervecerías artesanales le volvió a dar otra oportunidad,  fue siempre un estilo rápidamente discontinuado. 

Es que su receta no es del todo sencilla para la producción masiva, el jengibre tiene que ser rallado de manera artesanal y al tratarse de una bebida fermentada tiene un proceso de producción de  gran cuidado. 

Un Sabor particular con grandes beneficios, el Jengibre

A pesar de su irregular producción, la cerveza con jengibre siempre es un estilo muy elegido. El sabor que le aporta este condimento la hace única, dándole a la bebida un toque picante. Además, este tipo de cervezas suelen tener un aroma especiado delicioso. Todo junto aporta una sensación muy especial en el paladar. 

El jengibre es una planta muy utilizada, tanto en el ámbito culinario como en el de la coctelería. Además de su sabor característico, que suele combinar muy bien con el limón y otros cítricos, esta especia tiene algunas otras propiedades: es antioxidante, antiséptica, expectorante y antiinflamatoria. Aparte, el jengibre tiene  gran contenido de hierro y mucha vitamina C. 

Si todavía no te acercaste a este estilo, seguramente toda esta data te va a dar muchas ganas de probarlo. Refrescante, especiado, un toque picante, ideal para sorprender a tus amigos en una juntada y acompañando a una rica comida.